El AOVE está de moda...y para muestra un botón...que en el pueblo de mi madre, manchega de pro...se combina la moda y el aove de forma magistral.

El AOVE está de moda…y para muestra un botón…que en el pueblo de mi madre, manchega de pro…se combina la moda y el aove de forma magistral.

Parece una incongruencia que un alimento que lleva consumiéndose más de 3.000 años pueda estar de moda en el siglo XXI pero así es. Medios de comunicación parecen estar despertando su curiosidad por este magnífico producto que durante demasiado tiempo se ha convertido en un simple convidado de piedra de nuestras mesas. No sé muy bien (bueno sí lo sé pero voy a ser políticamente correcta) si inconscientemente se ha llevado al consumidor a una especie de anestesia cognitiva sobre los productos que puede consumir en el supermercado.

Al amparo de una calificación genérica como “aceite de oliva” se ha creado un “batiburrillo” que sólo ha traído pena y casi nada de gloria.

Por eso, el hecho de que los medios de comunicación estén empezando a llamar a casa cosa por su nombre es un paso inmenso en el futuro del virgen extra. Y más si se empieza a hablar de maridaje y no sólo lo típico: “aceite para ensalada y para cocinar”.

Que se hable…que se experimente…que salgan del armario culinario los “aceites de oliva”…todos y cada uno de ellos porque aquí no hay que ir contra nadie…tan sólo contra la ignorancia y los ignorantes, por muy de moda que estén los programas de cocina televisivos.